
Una imaginación para siempre o una torre para siempre, de las dos formas creo posible recrear el mundo desde una perspectiva más creativa y poética que logre romper las muchas vidas. Después de la escisión y una división del yo, el principio esquizofrénico logro hacer su trabajo perfectamente. Principio esquizofrénico de auto-división, negación y contradicción pero su fin último es, como el de Holderlin mirando desde su torre, la reconciliación y la armonía. Reconciliación con el saber, saber que solo podrá cerrar el abismo abierto hace algún tiempo de otoño. Armonía, la palabra es simple y a través de ella podemos expresar (nos) o a veces el silencio basta, a veces el silencio puede ser lenguaje cuando nadie nos escucha.
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