
Dude en hablarle, quizás no sea ella me dije, pero ¿como no?, correspondían todas las características en especial su tan singular pelo, porque hay que decirlo ver un cabello tan largo era algo inusual en esos tiempos, eso le daba un aire de cuento de niños, ya quería que me extendiera su pelo desde la torre donde se encontraba aprisionada, aunque de héroe de cuento tengo poco o nada. Y ahí estaba y yo con la duda, pensé en que tal vez si tropezaba y vertía mi trago sobre ella podría preguntarle su nombre y así confirmar mis dudas, pero creo que con el enojo de su vestido mojado lo único que lograría seria una bofetada. Manchester por esos días vivía una revolución musical, finales de los 80 y los grupos nuevos abundaban, todos sabíamos que esto era grande, los clubes nocturnos se atiborraban de gente ansiosa de bailar los nuevos ritmos que mezclaban la rabia de una juventud disconforme con un gusto por las guitarras desafinadas y una actitud desenfrenada frente a los nuevos tiempos. Creía haberla visto un par de veces antes de esa noche, siempre lucia un aspecto serio pero esa noche lucia radiante, como si nada le molestara y a cada paso de baile hiciera suya la ciudad. Dude y ese fue mi error nunca mas la volví a ver, siempre recuerdo el ultimo tema que sonó esa noche, “Girlfriend in a coma” del grupo The Smiths, lo recuerdo porque el video incluía clips de la película The Leather Boys. Tal vez la habría invitado a verla, tal vez hasta hoy dudo.