Vous êtes tous de poètes et moi je suis du côté de la mort
He
dejado de pensar seriamente en el suicidio. Después de caminar largamente por
la rivera del Aniene, y meditarlo una y otra vez, he decido que no existen motivos para vivir, pero tampoco
hay motivos para morir. Y es que la verdad ya pase la niñez, y si uno
desea quitarse la vida debe hacerlo con prontitud, es decir, cuando se es todavía
un niño, hacerlo más tarde es algo ligeramente ridículo, pues no se puede
seguir siendo tímido cuando se tienen ya más de siete años.