
Odio, lo odiaba con todo mi ser. Es curioso como de un sentimiento como el amor se puede saltar al extremo de odiar a una persona. Le reprochaba todo lo que me sucedia, su egosimo, su falta de empatia, su desapego, me hacian hervir la sangre. No se porque no le dije nada antes, suponia que todo marchaba bien, haciamos el amor como de costumbre (follabamos esa es la palabra adecuada) conversavamos a menudo sobre literatura, sobre filosofia, etc. Parecíamos felices, era ahí mi error, parecíamos, en el fondo no lo eramos, ambos guardabamos cosas y sabiamos en secreto que no las compartíamos con el otro por miedo al daño, a no querer quebrarnos desde nuestros interiores. Un dia al despertar ya no estaba en su lado de la cama, lo supuse de inmediato, ese dia no llore, no lo extrañe, incluso me sentí aliviada. Pero al pasar de los dias me comenzo a invadir el odio, y esa nota maldita que decia “algun dia volvere” ahondaba mas el sentimiento.